La nostalgia, la economía de los creativos y el camino a Bel-Air.

« Estamos viviendo una era dorada de la creatividad. Estos proyectos surgen cuando las oportunidades, el talento y la representación de la diversidad confluyen. »

La nostalgia lleva en el candelero desde hace más de dos años, cuando llegó la pandemia. En medio del caos, las personas anhelan una sensación reconfortante y cercana, y buscan experiencias que les recuerden a un momento más dulce. Ya hemos escrito en otra ocasión sobre cómo se refleja la nostalgia en el desarrollo y en el uso que se hace de la tipografía en la identidad de marca. Sin embargo, esta sensación está viviendo un momento álgido en casi todos los sectores, desde la moda y los productos de consumo hasta Hollywood.

Junto con los nuevos episodios de algunas franquicias que ya tienen unos años, como Star Wars y Harry Potter, han aparecido universos basados en los elementos cinematográficos de los 80, como Stranger Things, que se han vuelto muy populares. Además, parece que estamos viviendo la era de las reediciones. Aquí tienes algunos ejemplos:

  • Las versiones en «acción real» de los dibujos animados de Disney de los 90 (Aladdín, La Bella y la Bestia, etc.)
  • La reaparición de series de comedia con los mismos actores (Madres forzosas, Will & Grace, Las chicas Gilmore, etc.)
  • Los episodios especiales para conmemorar el aniversario de series populares en HBO Max (Friends, El príncipe de Bel-Air, etc.)

Estos son solo algunos ejemplos del momento álgido que viven las reediciones desde el 2020. Por supuesto, cada uno de estos proyectos tiene sus amantes y sus detractores. Para la audiencia, algunos son demasiado similares al concepto original, y otros no se parecen lo suficiente.

Para los actores originales y los titulares de la propiedad intelectual, las reediciones pueden suponer una gran oportunidad de revivir a unos personajes populares y, para qué negarlo, de ganar mucho dinero. Sin embargo, hacerlo bien no es nada fácil.

El camino a Bel-Air.

Will Smith pasó años negándose a revivirEl príncipe de Bel-Air, la serie que lo convirtió en una superestrella. Sin embargo, su perspectiva cambió en el 2019, cuando un creador de Kansas City desconocido publicó un tráiler especulativo en YouTube. Como resultado, apareció una nueva serie llamada Bel-Air en Peacock, cuya primera temporada termina el 31 de marzo.

Cómo hemos llegado hasta aquí y lo que ello significa para la economía de la creación actual es una de las historias más únicas y evocadoras de Hollywood de los últimos años. En la última edición de Brand Talks Connected, la serie de eventos de Monotype para la comunidad de las marcas y la comunidad creativa, tuvimos el honor de contar con Cristina Pandol Sotomayor, vicepresidenta creativa de marketing de marca y entretenimiento de Westbrook Media, una empresa fundada por Will y Jada Pinkett Smith, Miguel Melendez y Ko-Jada. En su ponencia, llamada «Bel-Air: The Ultra Throne Experience», habló de cómo Westbrook colaboró con Peacock y Verizon para crear una experiencia de realidad aumentada totalmente inmersiva que ayudó a acompañar a una de las familias más queridas de la televisión en una etapa nueva y más seria.

El príncipe de Bel-Air se estrenó el 10 de septiembre del 1990 en la NBC y duró nueve temporadas. La serie se basaba más o menos en la vida del productor Benny Medina y contaba con el apoyo de Quincy Jones, un icono del entretenimiento que acababa de firmar un acuerdo con TimeWarner para hacer televisión.

Muchos consideran que El príncipe de Bel-Air fue el catalizador de la fama de Will Smith, pero lo cierto es que la interpretación no fue la primera profesión por la que el artista se hizo conocido. Will y DJ Jazzy Jeff, su compañero creativo, ya habían ganado un Grammy por su canción «Parents Just Don’t Understand» en 1989, el primer Grammy concedido en la categoría de mejor actuación de rap. Sin embargo, después del premio, el dúo no consiguió estar a la altura de las expectativas con su segundo álbum. Will observó cómo su popularidad mermaba y se vio inmerso en un periodo de dificultades personales y profesionales.

El artista habla en detalle sobre este periodo de su vida en su nuevo libro, Will, escrito en colaboración con Mark Manson. Will Smith era un músico arruinado y sin experiencia en interpretación, por lo que estaba muy lejos de poder protagonizar su propia serie de comedia en una cadena de televisión. En el siguiente vídeo, puedes escuchar de su boca la increíble historia de cómo consiguió el papel.

Lo que pasó después ya lo sabemos. El príncipe de Bel-Air se convirtió en un fenómeno internacional, y Will inició su carrera hacia la primera división con películas como Bad Boys, Seis grados de separación e Independence Day. El tío Phil, las dos tías Viv, Hillary, Carlton, Ashley, Geoffrey y el resto de los miembros de la familia Banks siguieron en difusión para deleite de la audiencia de las generaciones sucesivas.

Volvamos a marzo de 2019, cuando Morgan Cooper, un director de Kansas City, tuvo la idea de aportar una nueva perspectiva al Príncipe de Bel-Air: ¿y si la historia no fuera tan divertida? ¿Qué pasaría si la serie fuera más fiel a la historia original en la que se había inspirado, aquella de la mudanza de Benny Medina de un barrio conflictivo a uno privilegiado como Bel-Air? ¿Y si fuera un drama?

Se puso manos a la obra invirtiendo su propio tiempo, dinero y energía para producir un tráiler de cómo sería ese nuevo punto de vista de la historia.

Muy pronto, el tráiler recibió el sello de «Staff Pick» de Vimeo y empezó a aparecer en los principales medios, como Rolling Stone. Además, lo que es más importante, captó la atención de Will Smith y de su equipo, que en cuestión de días hicieron ir a Morgan Cooper a Miami para conocerlo en el set de Bad Boys 3.

El motor ya estaba en marcha. A finales del 2019, el equipo ya había entablado conversaciones con Universal Television para producir una nueva serie basada en el tráiler de Cooper.

A principios del año siguiente, Westbrook y Universal Television ya habían cerrado un trato para coproducir el nuevo proyecto. En julio, la propuesta llegó a los servicios de streaming, lo que desató una guerra de pujas entre cuatro plataformas con multitud de propuestas de acuerdos de producción. Al final, Peacock se alzó con el proyecto y confirmó dos temporadas de Bel-Air solo con la propuesta, algo nunca antes visto en Hollywood.

El «nuevo» Will Smith.

Como comentó Pandol al público de su ponencia de Brand Talks, la experiencia de reunir a un nuevo reparto y crear todo un universo y una era para una serie tan icónica se vivió con un nivel de planificación y atención al proceso creativo excepcional. En agosto del 2021, Will Smith publicó un vídeo en su cuenta de Instagram en el que le comunicaba a Jabari Banks, un joven actor desconocido del oeste de Filadelfia, que iba a ser él quien interpretara el papel principal en la nueva serie.

Recordemos que en 1990 fue Will Smith quien recibió una oportunidad sin tener un currículum lo suficientemente bueno. Como apuntó Pandol, Westbrook se fundó con la intención de ofrecer las mismas oportunidades a una nueva generación de artistas emergentes.

Apenas un mes después de que se publicara el vídeo, se empezó a grabar el episodio piloto con Morgan Cooper como director. La cuenta de Instagram de Bel-Air se lanzó con un teaser de la nueva serie en noviembre, seguido de un tráiler en enero de este año. Mira el siguiente vídeo, el reparto lo ve por primera vez.

La cultura de los lanzamientos por fases llega a Bel-Air.

A lo largo del proceso, Will Smith ayudó a lanzar Bel-Air Athletics como embajador de la marca para atraer la atención al personaje y a la serie original. Cuando llegó el COVID-19, la marca se asoció con D Nice para sacar al mercado una edición limitada de la serie Club Quarantine con fines benéficos para contribuir a las iniciativas de ayuda frente a la pandemia. Más tarde, colaboró con la superestrella de la NBA Donovan Mitchell. La cultura de los lanzamientos por fases, que se ha convertido en un sinónimo de la expectación por los tokens no fungibles (NFT), empezó más o menos en esa época, pero todavía no se había vuelto tan popular. El equipo de Bel-Air Athletics lanzó ediciones limitadas y aprovechó la enorme presencia de Will en las redes sociales para reavivar el interés por el universo de la serie El príncipe de Bel-Air en distintos canales, combinando la moda con los medios y la fama. En noviembre, se emitió un programa en HBO Max sobre El príncipe de Bel-Air en el que se reencontraba el reparto, de nuevo, para reavivar el interés por los personajes, los actores y la historia original.

Es un ejemplo perfecto de lo que denominamos la «economía de la creación» y uno de los principales motivos por los que Bel-Air no es una reedición común y corriente. Un creador desconocido tuvo una idea, decidió ir por su cuenta y la hizo realidad sin haber planificado hasta dónde llegaría. Luego, otro creador muy conocido la tomó, creó expectación en torno al proyecto y lo vendió a través de los canales adecuados.

Hacer realidad The Ultra Throne Experience.

A la hora de lanzar la primera temporada, Pandol y su equipo sabían que tenían que hacer algo inmersivo para unir la experiencia de Bel-Air con las tres marcas asociadas: Westbrook, Peacock y Verizon. La tercera se estaba encargando de los eventos de promoción de la serie y era una de las marcas colaboradoras.

En la secuencia inicial del primer capítulo, el personaje de Will tiene un sueño en el que está sentado en un trono, como ocurre en ese típico sueño de convertirse en reyes que tienen muchos chicos en el instituto. Esta situación dio pie a la idea de hacer realidad los sueños de los demás personajes en la «Mansion Experience» de Peacock, donde los visitantes podían descubrir detalles sobre los personajes recorriendo una mansión con vistas a Los Ángeles. La realidad aumentada se unió con el mundo digital, el físico y el de la ficción para combinar estas visitas con cursos de cocina, exposiciones de arte, una colección de zapatos Nike usados por Jabari Banks y otros que llevó Will Smith en la serie original, así como muchas otras experiencias.

En febrero, coincidiendo con el fin de semana de la Super Bowl, tuvo lugar el lanzamiento de la serie y de la experiencia, que reunió a más de 1200 personas entre influencers, periodistas y actores tanto de la producción original como de la nueva. Will Smith apareció en su primer anuncio de la Super Bowl de la historia para promocionar la serie y habló del proceso entre bastidores en sus redes sociales.

Los episodios 1, 2 y 3 de Bel-Air se publicaron en Peacock el domingo de la Super Bowl y son el contenido original más visto de la plataforma hasta la fecha. Además, en las redes sociales de Peacock se estrenó una docuserie llamada «The Road to Bel-Air», que también se ha convertido en su contenido con mejor rendimiento en esos canales. Puedes ver la primera parte a continuación.

El final de la primera temporada de Bel-Air se emite esta semana y es increíble ver lo lejos que ha llegado esta idea de un director de Kansas City. Para los equipos de Westbrook, esta historia representa una clase magistral de creatividad, producción y creación de comunidad.

Estamos viviendo una era dorada de la creatividad. Estos proyectos surgen cuando las oportunidades, el talento y la representación de la diversidad confluyen.

Gracias a Cristina Pandol Sotomayor por contarnos esta historia, la de su propia identidad creativa y la de su trayectoria con nosotros. Puedes ver una grabación de su ponencia en este enlace.

No te pierdas Bel-Air en Peacock y pásate por la cuenta de Westbrook en Instagram para enterarte de todas las novedades del equipo. Westbrook ha recibido seis nominaciones a los premios de la academia de este fin de semana, y Will Smith está nominado por tercera vez en la categoría de mejor actor. Si consigue el galardón, sería la primera vez.

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La nostalgia, la economía de los creativos y el camino a Bel-Air.
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