Una familia, muchos estilos y una voz para cada momento: Descubre Macklin.

« Macklin, una nueva superfamilia de Malou Verlomme, ofrece una amplia variedad de opciones para favorecer la expresión con un toque elegante sobre la historia de la tipografía. »

La superfamilia Macklin de Malou Verlomme es una visión irreverente de la tipografía display de finales del siglo XIX que incorpora un toque elegante para renovar las letras y hacerlas adecuadas para el mundo moderno. Elige un estilo o usa toda la familia variable como kit de herramientas tipográficas.

Al echar un vistazo a Macklin, es fácil imaginar sus formas pronunciadas pero elegantes en materiales de identidad de marca, tanto en sistemas empresariales como en entornos más expresivos, como las cajas y los documentos editoriales. Su aspecto refinado sería idóneo para marcas de lujo o belleza, así como para el mundo editorial. También se puede apreciar la textura nítida que aporta al estilo de los textos más largos gracias a su alto contraste.

Además, Macklin ofrece una amplia variedad de opciones para favorecer la expresión. Reúne en una misma familia distintos estilos que en el pasado se habrían separado para que se puedan usar como un sistema único durante el diseño. Los estilos incluyen sans, slab, text y display, y cubren un total de 54 fuentes distintas. Como están diseñados con el mismo esqueleto subyacente, pueden emparejarse a la perfección para que los usuarios experimenten con el contraste y la expresión sin preocuparse por hacer emparejamientos que no queden bien.

Macklin está inspirada en la obra del tipógrafo británico Vincent Figgins, que, aunque es menos conocido fuera el ámbito tipográfico, desempeñó una función clave en la evolución del sector a finales del siglo XIX. Fue el responsable de desarrollar distintos estilos tipográficos que surgieron durante aquel momento decisivo, cuando la tipografía saltó de las páginas a las calles en forma de anuncios y carteles.

Antes, los tipos de letras estaban estrechamente vinculados a los libros. Sin embargo, con la llegada de la publicidad, las empresas demandaban más tipografías que pudieran atraer la atención de las personas en la calle y ayudarlas a vender sus productos. En palabras de Malou Verlomme, diseñador de Macklin: «De repente, los tipos de letras se convirtieron en algo que debía llamar la atención».

Verlomme estudió muy de cerca el trabajo de Figgins para crear Macklin, lo que lo llevó a analizar dibujos hechos hace más de cien años. Sin embargo, este tipo de letra no es una reedición histórica. Macklin respeta el trabajo de Figgins, pero añade un toque distintivo a su predecesor tipográfico y hace que la familia sea más adecuada para el uso actual.

«Se basa en esa época, pero he quitado algunos detalles que ya estaban anticuados para crear algo completamente nuevo», explica Verlomme. «Es una tipografía respetuosa, pero con un aire de resistencia». Quienes busquen la representación más pura del estilo tipográfico de Figgins la encontrarán en el contundente conjunto de números de la familia, que hacen gala de la elegancia de Verlomme.

«Macklin capta ese momento entre las fuentes más sencillas para entornos impresos y el boom de la época industrial y de la publicidad», comenta James Fooks-Bale, director creativo sénior de Monotype. «Pero no es una reedición ni un clásico. Tiene el toque que aporta la visión de Malou sobre la modernidad actual».

Descubre Macklin.
N-3-2821
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