Buena tipo: parte 8. Los detalles marcan la diferencia.
«Buena tipo» es una serie de 10 partes (vídeos y artículos) cuyo fin es dar respuesta a una pregunta sencilla: ¿qué hace que una buena tipografía sea buena? Esta serie explora en profundidad diferentes aspectos del diseño de fuentes para enseñar cómo elegir la fuente adecuada para cada proyecto. No te pierdas las partes primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima si aún no las has visto.
Beatrice Warde fue la primera persona en usar la metáfora de que los tipos de letra son las prendas que visten las palabras. Un exquisito traje a medida puede cambiar el aspecto de una persona completamente y, de la misma forma, los tipos de letra pueden alterar drásticamente el significado de las palabras, su funcionamiento y su efecto en quienes las leen.
Al igual que un traje de Armani perdería mucho si le faltara un botón o una costura mal cerrada, los detalles del tipo de letra de un texto también pueden incomodar a quienes lo leen. Un buen kerning es esencial para que una fuente funcione a la perfección.
«Las fuentes se componen de áreas invisibles, las cajas y los márgenes laterales, que definen el espacio externo para que las letras no estén pegadas unas a otras», explica Jamie Neely, director de diseño de productos de Monotype. «El proceso de diseño de un tipo de letra debe abarcar estos elementos, aunque a veces se hace después; pero un espaciado natural denota calidad».
Para quienes diseñan tipografías, el kerning es una gran responsabilidad. Hay miles de pares de letras que pueden plantear problemas cuando se usan juntas, lo que implica dedicar muchas horas al laborioso proceso de ajustar el espaciado. Toshi Omagari, diseñador de Monotype, trató de que esta labor fuera menos monótona conectando un mando de Xbox a la aplicación Glyphs para ajustar el kerning.
Incluso cuando este proceso termina, pueden surgir problemas con ciertas combinaciones de caracteres que rompen el ritmo y la claridad visual de un tipo de letra. En diseño gráfico, el kerning se puede usar para «corregir» estos efectos y ajustar los márgenes laterales de las letras para que transmitan una sensación de uniformidad. Las fuentes manuscritas y el espacio entre las ligaduras requieren especial atención. Estos tipos de diseños se leen bien en los pangramas, pero pueden fracasar cuando se usan en textos reales. Una manera de ponerlos a prueba es escribir una frase en el tester de tipografías y ver si funcionan.
«Sospecha de la perfección», afirma Neely. «Suena raro, pero algunas formas pueden parecer más grandes, ya que, aunque tienen el mismo tamaño, su volumen es diferente. Esto se debe a que nuestro cerebro tiene mecanismos que compensan, por exceso o por defecto, la geometría que vemos.
«Para contrarrestar este fenómeno, los expertos en diseño usan el rebasamiento o el ajuste a la altura de las letras, agrandando los círculos y estirando los triángulos, para que parezcan del mismo tamaño, aunque no lo sean».
La imperfección geométrica suele ser una virtud: las letras no tienen que estar colocadas exactamente en la línea base.
«Esta técnica está presente incluso en los tipos de letra de estilo suizo y recto», añade Neely. «Si las letras parecen estar perfectamente alineadas, normalmente es que no lo están de verdad».
No te pierdas las novedades de la serie Buena tipo. Vídeo grabado en directo en Adobe MAX 2017.