Buena tipo: 5.ª parte. Una buena tipografía tiene familia.

Mientras que trabajar con tipografías display a menudo implica centrarse en una fuente o en unas cuantas, las familias incluyen conjuntos de fuentes que se pueden combinar para abarcar diferentes entornos, usos y estilos. Esta clase de sistemas son esenciales en lo que respecta a la imagen de marca, que requiere que la tipografía funcione en diversos puntos de contacto y sirva para diferentes propósitos.

La unidad familiar básica abarca cuatro fuentes y ofrece todo lo necesario para dar formato a un documento de Word: regular, cursiva, negrita y negrita cursiva. Sin embargo, muchos diseñadores y diseñadoras necesitan ir más allá y trabajar con una familia más amplia, que por lo general ofrece entre diez y veinte variaciones. Esto mantiene una imagen e identidad coherentes, al tiempo que permite modular sutilmente las fuentes según sea necesario. Esta flexibilidad es fundamental en lo que respecta a matices tipográficos o para crear variación entre un título y un subtítulo.

En los últimos años, los sistemas de familias han ganado popularidad. Son un poco diferentes, ya que su estructura se basa en el concepto del tipo de letra. Un buen ejemplo es Posterama de Jim Ford, diseñador de Monotype, que incluye siete pesos disponibles en ocho estilos diferentes, todos inspirados en eventos, movimientos y tipografías del siglo XX. La fuente Rosella de Sabina Chipară también ofrece una interpretación alternativa de la familia tipográfica, con seis pesos superpuestos que pueden emparejarse para crear nuevas combinaciones. Esta clase de sistemas familiares son originales y expresivos, pero también ayudan a reducir la cantidad de decisiones que tienen que tomar tanto los y las especialistas en diseño como la clientela. Funcionan como un mundo independiente.

El sistema tipográfico más completo es la superfamilia, que suele incluir alrededor de 40 pesos o más. Se suele atribuir la invención de la superfamilia a Adrian Frutiger, que diseñó Univers como una herramienta completa para diseñadores y diseñadoras comerciales, que les permitía ajustar el peso o la anchura de la fuente según lo necesitaran.

«Para los diseñadores y diseñadoras gráficos, la cuestión es que, sin importar el espacio del que dispongan, cambiar el tipo de letra a través de las diferentes opciones disponibles no distorsiona ese tono», explica Jamie Neely, director de diseño de productos de Monotype. «Siempre tenía el aspecto de Univers y siempre mantenía la coherencia». Las superfamilias son herramientas potentes y, a medida que las exigencias sobre la tipografía aumentan, se están convirtiendo en una parte cada vez más fundamental del kit de herramientas de diseño. Garantizan un tono uniforme, además de la versatilidad necesaria para adaptarse a múltiples entornos.

El aumento de su popularidad implica que los tipos de letras más apreciadas se están expandiendo hacia sistemas completos, aumentando así sus posibilidades de uso. DIN, que ha mantenido su popularidad durante un siglo a pesar de tener solo dos pesos, es un buen ejemplo, ya que se ha ampliado a la familia DIN Next, que incluye DIN Next Slab, DIN Next Stencil y DIN Next Rounded. Aunque se ha reinterpretado en nuevas fuentes, el tipo de letra ha conservado su esencia.

Gran parte de la destreza y planificación que implica la creación de superfamilias se centra en garantizar que la personalidad de un tipo de letra se mantenga en diferentes clasificaciones y en varios idiomas. «Esto resalta la importancia de las superfamilias, que, en mi opinión, son algunas de las opciones tipográficas más valiosas que tenemos», comenta Neely.

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